Más de una decena de agentes del
Servicio de Intervención Rápida (SIR) de la Guardia Civil tuvieron que
intervenir ayer por la tarde en el cementerio de la parroquia de Sísamo,
en Carballo, para frenar una pelea en pleno entierro entre el padre y
varios de los hermanos del difunto. Los guardias tuvieron que llevarse
del lugar a Isolino Bardanca, padre del fallecido, para evitar que
acabase a golpes con sus propios hijos.
Desde primera hora de la tarde, seis vehículos de la
Guardia Civil, con el apoyo de la Policía Local de Carballo, vigilaron
el tanatorio del que partió el último viaje de David. Entre los
familiares y amigos se encontraban varias personas con antecedentes
penales, lo que obligó a reforzar aún más el dispositivo.
Desde allí,
todos se desplazaron poco antes de las cinco de la tarde hasta el
camposanto de Sísamo, situado a unos tres kilómetros de la capilla
ardiente. Los guardias instalaron varios puntos de control en este tramo
que despertaron la curiosidad de los vecinos de la localidad. En total,
una veintena de agentes velaban por que el entierro transcurriese sin
incidentes, pero se percibía que cualquier pequeña chispa podía reavivar
la rabia acumulada. Y así fue.
Delante del nicho, cuando los hermanos de David se
acercaron al féretro para despedirse de su hermano, el patriarca comenzó
a proferir gritos e insultos contra ellos. Entonces, la tensión saltó
por los aires. Varios de los hijos respondieron a Isolino y se lanzaron
hacia él. Comenzó entonces un rosario de empujones que obligó a
intervenir a los agentes, que hasta ese momento se habían limitado a
vigilar desde una respetuosa distancia. Cerca de una decena de efectivos
del SIR entraron a la carrera para separar a los dos bandos y evitar
que se liasen a golpes a apenas un par de metros del ataúd de David.
Según algunos de los presentes, hubo amenazas manifiestas de muerte por
ambos bandos. «Acórdate de min, porque vou ser eu quen acabe contigo», llegó a decirle a Isolino uno de sus hijos. «Para min están igual de mortos que David»,
exclamó la matriarca en referencia a sus vástagos. Viendo la gravedad
de lo que estaba ocurriendo, hubo quien invitó al sacerdote que oficiaba
el entierro a abandonar el lugar para no resultar afectado.
La intervención de la autoridad evitó que hubiese
violencia física, pero no frenó los improperios y las ansias de
venganza. Se llegaron a escuchar comentarios que animaban a profanar la
tumba y llevarse el cuerpo.
La relación entre gran parte de los hermanos Bardanca
Iglesias y el patriarca de la familia siempre ha sido mala. Los
primeros acusan a Isolino de malos tratos y vejaciones constantes contra
ellos y contra su madre. El conflicto se recrudeció el sábado, con una
pelea a las puertas del tanatorio que obligó a las fuerzas de seguridad a
poner el foco sobre el tema.
David Bardanca Iglesias falleció la pasada semana a
los 33 años en el centro penitenciario de Teixeiro. Sus padres
decidieron que debía ser enterrado en Carballo, algo que no aceptaban ni
la pareja de David ni sus hermanos ya que, según ellos, la voluntad del
difunto era descansar en el cementerio de Feáns, en A Coruña. Sin
embargo, un juez le dio la razón a los padres.
Desde el momento de la pelea, hubo vigilancia
continua a las puertas del hogar funerario. El domingo hubo un acuerdo
para que padres y hermanos se turnasen en el velatorio. Durante el día
de ayer, hubo una relativa calma, aunque en el tanatorio se escucharon
continuamente graves insultos y acusaciones en ambas direcciones.
«Acórdate de min, porque vou ser quen acabe contigo», dijo un hijo a su padre
Fuente: Lavozdegalicia
No hay comentarios:
Publicar un comentario