
Los vecinos, sin pretenderlo, acabaron drogados al respirar el humo, que también transportaba otros estupefacientes además de la marihuana. Y es que los agentes también quemaban 1,8 kilogramos de metanfetamina y 2.538 pastillas de éxtasis.
La quema se realizó en un descampado cercano a la comisaria sin pensar en las consecuencias que tendría, ya que no avisaron a los vecinos para que tomaran alguna medida de precaución.
Fuente: farodevigo
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